No, no es la canción, esa de Ana Sirré y es que la perfección no existe y ella lo descubrió a fuerza de la verdad.
Toda historia de amor nace casual, no se busca aparece; una llamada desde un estado de la nación distinto al suyo, cada día, a cada hora tenían por cuestiones laborales que comunicarse, no se conocían solo eran voces del otro lado del teléfono, pero llegaron a conocerse bien, él sabia cuando ella no estaba bien, su tono de voz era distinto, ella esperaba ansiosa sus llamadas llenas de risas y optimismo, los meses pasaron, sabían muchos detalles de sus vidas, y se consideraban amigos, muy bueno amigos; sin buscarlo ninguno, él fue convocado a la sucursal de trabajo de ella, él decidió no contarle que llegaría personalmente, fue hasta que estuvo frente a ella que se identificó y toda aquella amistad de un año se transformó en atracción física, ambos se gustaron, se flecharon y sin pedir permiso a su empresa, a su rutina de vida, comenzaron una intensa y apasionada historia de amor que se potenciaba día a día...él viajaba para estar con ella en su casa cuando su trabajo se lo permitía y ella disfrutaba esos momentos entendiendo que la distancia y el trabajo volvían todo muy complejo, era el novio ideal, la familia de ella lo amaban, ella nunca viajaba hacía donde él vivía, no conocía a su familia por la distancia, pero creía que ese momento ocurriría pronto.
La relación era magnifica, llamadas eternas, escapadas cuando el trabajo lo permitía, pasión, ternura, complicidad ella lo describía perfecto...una mañana ella atendió el teléfono de su empresa como siempre en el identificador aparecía el número de su hombre perfecto, pero no era él era su compañero, con quién tenia ella muy buena relación, charlaron de cosas estrictamente laborales, hasta que aquel compañero pregunto de manera directa y fria, ¿tu tienes una relación sentimental con mi compañero?, por cuestiones laborales acordaron no decir nada, pero este hombre parecía enterado, sin embargo ella tuvo precaución y le dijo, ¿que te ha dicho él?, nada escuché cosas dijo... y creo que no mereces que te mientan, de que hablas le pregunto ella pensando que esa charla era una equivocación por parte de ese hombre.
Él ofreció disculpas, le dijo Yo no debería meterme pero por la distancia entre donde estas y nosotros nunca te enterarás...por favor habla dijo ella casi susurrando...se sentó casi de manera desplomada en la silla de su oficina, todo barullo paró ella no escuchaba más que la voz de aquel hombre que rompía su corazón en muchos pedazos...su hombre perfecto estaba felizmente casado, tenía un hijo y era ante todo el mundo un buen esposo, buen padre, excelente trabajador. Ella conoció a un hombre inventado, nada de lo que le dijo era cierto, donde vivía, con quien vivía, por que no se veían más, por que sus ausencias inexplicables, justificadas con historias que no eran más que suma de mentiras, etc, de pronto aquellas absurdas excusas tenían sentido.
Ella fue al baño, lloró fue a recursos humanos y renunció; a la noche le llamó. él respondió avergonzado, triste, con la voz baja, al parecer su compañero le hizo saber que lo desenmascaró, ella estaba enloquecida, le grito le dijo mil veces mentiroso, él no dijo nada, no intento ni explicar, ella le pidió alejarse de su vida para siempre y él cumplió.
El tiempo que todo lo cura, curó aquella herida, no sin dejar en ella una profunda huella de desconfianza hacia los hombres que no se iría nunca, cada promesa hermosa era él mintiendo, cada historia de vida era él de nuevo mintiendo...Pasaron 20 años y las redes sociales tan de moda, pusieron a este par en la misma linea, él la había buscado, la encontró y la contactó ahora ella vivía a miles de kilómetros en un país distante, él habló de sus hijos, de su divorcio y de su nueva forma de trabajo, ambos evitaron hablar de su pasado romántico, ya no tenia sentido.
Era su cumpleaños, una llamada la sorprendió, era él deseándole el mejor cumpleaños del mundo, deshaciéndose en buenos deseos y elogios, diciéndole que nadie como ella le había marcado el corazón y la piel, ella enmudeció...él pidió perdón, se llamó a sí mismo cobarde por no haber dejado todo por ella hace 20 años atrás, le pidió perdón muchas veces y ella con honestidad le perdono.
4 meses pasaron de aquella llamada y ella no supo más de él, decidió revisar sus redes no escribirle directamente sino ver si estaba con alguna novia o algo y por ello su ausencia después de la llamada donde pidió perdón...su cuerpo se enfrió al ver en los mensajes públicos de sus redes, notas de pésame por su fallecimiento, hace solo un mes, murió en un accidente.
El hombre casi perfecto, quién había memorizado frases enteras de ella y después de 20 años las recitaba con añoranzas, recordaba, la música, las charlas, recordaba él todo...ella recordaba muy poco o nada. Él aseguró que ella fue el amor de su vida...ella guardó silencio...y ahora él ya no está. Con la sensación de esto no debió pasar ella camina ahora sola, escucha una y otra vez esa canción que ambos sabían que describía lo que vivieron, sumida en los recuerdos pensando en lo que fue y en lo que no... mientras un nudo en su garganta le recuerda cuanto lo quiso a ese hombre que era casi perfecto. Hasta siempre pensó.
Toda historia de amor nace casual, no se busca aparece; una llamada desde un estado de la nación distinto al suyo, cada día, a cada hora tenían por cuestiones laborales que comunicarse, no se conocían solo eran voces del otro lado del teléfono, pero llegaron a conocerse bien, él sabia cuando ella no estaba bien, su tono de voz era distinto, ella esperaba ansiosa sus llamadas llenas de risas y optimismo, los meses pasaron, sabían muchos detalles de sus vidas, y se consideraban amigos, muy bueno amigos; sin buscarlo ninguno, él fue convocado a la sucursal de trabajo de ella, él decidió no contarle que llegaría personalmente, fue hasta que estuvo frente a ella que se identificó y toda aquella amistad de un año se transformó en atracción física, ambos se gustaron, se flecharon y sin pedir permiso a su empresa, a su rutina de vida, comenzaron una intensa y apasionada historia de amor que se potenciaba día a día...él viajaba para estar con ella en su casa cuando su trabajo se lo permitía y ella disfrutaba esos momentos entendiendo que la distancia y el trabajo volvían todo muy complejo, era el novio ideal, la familia de ella lo amaban, ella nunca viajaba hacía donde él vivía, no conocía a su familia por la distancia, pero creía que ese momento ocurriría pronto.
La relación era magnifica, llamadas eternas, escapadas cuando el trabajo lo permitía, pasión, ternura, complicidad ella lo describía perfecto...una mañana ella atendió el teléfono de su empresa como siempre en el identificador aparecía el número de su hombre perfecto, pero no era él era su compañero, con quién tenia ella muy buena relación, charlaron de cosas estrictamente laborales, hasta que aquel compañero pregunto de manera directa y fria, ¿tu tienes una relación sentimental con mi compañero?, por cuestiones laborales acordaron no decir nada, pero este hombre parecía enterado, sin embargo ella tuvo precaución y le dijo, ¿que te ha dicho él?, nada escuché cosas dijo... y creo que no mereces que te mientan, de que hablas le pregunto ella pensando que esa charla era una equivocación por parte de ese hombre.
Él ofreció disculpas, le dijo Yo no debería meterme pero por la distancia entre donde estas y nosotros nunca te enterarás...por favor habla dijo ella casi susurrando...se sentó casi de manera desplomada en la silla de su oficina, todo barullo paró ella no escuchaba más que la voz de aquel hombre que rompía su corazón en muchos pedazos...su hombre perfecto estaba felizmente casado, tenía un hijo y era ante todo el mundo un buen esposo, buen padre, excelente trabajador. Ella conoció a un hombre inventado, nada de lo que le dijo era cierto, donde vivía, con quien vivía, por que no se veían más, por que sus ausencias inexplicables, justificadas con historias que no eran más que suma de mentiras, etc, de pronto aquellas absurdas excusas tenían sentido.
Ella fue al baño, lloró fue a recursos humanos y renunció; a la noche le llamó. él respondió avergonzado, triste, con la voz baja, al parecer su compañero le hizo saber que lo desenmascaró, ella estaba enloquecida, le grito le dijo mil veces mentiroso, él no dijo nada, no intento ni explicar, ella le pidió alejarse de su vida para siempre y él cumplió.
El tiempo que todo lo cura, curó aquella herida, no sin dejar en ella una profunda huella de desconfianza hacia los hombres que no se iría nunca, cada promesa hermosa era él mintiendo, cada historia de vida era él de nuevo mintiendo...Pasaron 20 años y las redes sociales tan de moda, pusieron a este par en la misma linea, él la había buscado, la encontró y la contactó ahora ella vivía a miles de kilómetros en un país distante, él habló de sus hijos, de su divorcio y de su nueva forma de trabajo, ambos evitaron hablar de su pasado romántico, ya no tenia sentido.
Era su cumpleaños, una llamada la sorprendió, era él deseándole el mejor cumpleaños del mundo, deshaciéndose en buenos deseos y elogios, diciéndole que nadie como ella le había marcado el corazón y la piel, ella enmudeció...él pidió perdón, se llamó a sí mismo cobarde por no haber dejado todo por ella hace 20 años atrás, le pidió perdón muchas veces y ella con honestidad le perdono.
4 meses pasaron de aquella llamada y ella no supo más de él, decidió revisar sus redes no escribirle directamente sino ver si estaba con alguna novia o algo y por ello su ausencia después de la llamada donde pidió perdón...su cuerpo se enfrió al ver en los mensajes públicos de sus redes, notas de pésame por su fallecimiento, hace solo un mes, murió en un accidente.
El hombre casi perfecto, quién había memorizado frases enteras de ella y después de 20 años las recitaba con añoranzas, recordaba, la música, las charlas, recordaba él todo...ella recordaba muy poco o nada. Él aseguró que ella fue el amor de su vida...ella guardó silencio...y ahora él ya no está. Con la sensación de esto no debió pasar ella camina ahora sola, escucha una y otra vez esa canción que ambos sabían que describía lo que vivieron, sumida en los recuerdos pensando en lo que fue y en lo que no... mientras un nudo en su garganta le recuerda cuanto lo quiso a ese hombre que era casi perfecto. Hasta siempre pensó.
Vídeo
Letra El hombre casi perfecto.
Afín a mi signo del zodiaco
Y con tu futuro, ya resuelto
Nunca bebes y odias el tabaco
Tú debes de ser un gran prospecto
El otoño se llevó tu pelo
Y escondes la panza, bajo el saco
Es cierto que no eres un modelo
Pero, me derrites con tu trato
Dudo como un pez, frente al anzuelo
De una vez te tomo, o te dejo
Eres casi el hombre perfecto
El que busqué por tanto tiempo
El que me hace vibrar
La piel y el esqueleto
Eres casi el hombre perfecto
El que yo imaginé en mis sueños
De los que rara vez, se pueden ver
Debiste nacer en año bisiesto
No me deslumbró tu convertible
Cómo tu porte de caballero
Si bien el dinero a veces, a veces sirve
Es tu amor lo único que quiero
Todo un cuarentón, con privilegios
Me presumes frente a tus amigos
Te gustan los niños y los juegos
Eres el ejemplo de marido, no, no, no, no
Tú serías un hombre perfecto
Si no fuera que tienes un secreto
Eres casi el hombre perfecto
El que yo imagine en mis sueños
El que me hace vibrar
La piel y el esqueleto
Casi perfecto
Casi perfecto
Tú serías solo hombre perfecto
Si no fuera que tienes un defecto
Que no eres...
Soltero
Fuente: Musixmatch
Compositores: Luna Miguel A
27/02/2020
27/02/2020

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